Minimalismo en casa, como convivir

Las personas que eligen el minimalismo como estilo de vida pueden enfrentarse a muchas cosas y una de ellas es la oposición que le hacen a su forma de vivir y vienen de muchas formas, ya sea por parte de amigos, colegas, familiares o incluso su pareja.  ¿Qué haces cuando el mayor escéptico de todos suele ser la persona con la que convives, y el hecho de que vivan juntos solo complica el minimalismo en casa?

Sigue leyendo para que te informes sobre qué pasos pueden ayudar a que estos dos estilos de vida coexistan.

El minimalismo en casa no debe suponer un problema, más bien una solución. Clic para tuitear

1. No permitas que las cosas destruyan tu relación:

He escuchado de varias personas que han tomado medidas para poder convivir tratando de ser minimalista, pero la frustración no le permitió seguir. El minimalismo en casa debe ser un tema consensuado y es mejor mostrar los beneficios que imponerlo.

Ser minimalista es decidir que valoras más las cosas que tus pertenencias, como las relaciones con las personas que amas. Entonces, sería tonto permitir que las cosas (incluso si son de su pareja o un familiar) vuelvan a interponerse entre tú y tu relación más preciada. Siempre ten presente que tus seres queridos son demasiado importantes.

Ten en cuenta que no puedes cambiar a tu pareja, pero sí tu reacción en frente a la situación, de esa forma puedes decidir que al menos en tu alrededor se vive un 50% al estilo minimalista, es mejor eso que nada, ¿no crees?

2. Comienza eliminando tus artículos personales:

Resiste la tentación de quitar las pertenencias de tu compañero o familiar, sin permiso. Comienza con tus propias cosas y minimiza todo lo que puedas sin pisar territorio compartido. Es posible que te sorprenda de la cantidad de desorden que puedes eliminar de tu hogar simplemente quitando las que vienen de tu parte. Trata de que el minimalismo en casa sea algo que se contagie, en vez de imponerlo solo porque si.

3. Deja que tu ejemplo hable por sí mismo:

Ciertamente, explícale a tu pareja o familiar por qué elegiste este estilo de vida minimalista. Pero por mucho que desees debatir y convencer verbalmente a la otra persona lo elija también, no pierdas tiempo.

Más bien piensa que tus acciones siempre hablarán más fuerte que tus palabras. Permite que los beneficios de tu vida libre de obstáculos sean convincentes. Un lado limpio, libre de desorden de tu armario siempre será mucho más convincente que una explicación exhaustiva del principio minimalista.

Y un escritorio o una mesita de noche refrescantemente libres de estrés comenzarán a verse muy atractivos al punto que intentará imitarte.

4. Encuentra un terreno común:

Probablemente haya algunas áreas de uso común en tu hogar que ambos pueden necesitar. Tal vez un cajón de basura, un armario de ropa, los mostradores de la cocina o el garaje, todos son una buena oportunidad para intentar acomodarlo.

Pregúntale a la otra persona qué le gustaría despejar y te sorprenderás de encontrar apoyo verbal e incluso ánimo de hacerlo.

5. Siempre replantéate comenzar:

Si la negativa de la persona con la que convives a minimizar sus posesiones es sistémica es señal de otras cosas. Es muy posible que haya algunas heridas profundas que estén causando que tu compañero o familiar sea un acaparador.

Esa persona con la que vives puede ser insegura y encontrar su seguridad en las cosas que poseen. También, puede tener un deseo tan fuerte de impresionar a otros que dependen de sus pertenencias para su propósito o incluso, su acumulación puede ser un síntoma de un trastorno médico. En cualquier caso, el paso correcto es andar con cuidado y encontrar ayuda profesional de ser necesario.

Al seguir con atención todas estas sugerencias es posible avanzar junto a una segunda persona en el camino de ser minimalista. Recuerda que el máximo valor es la paciencia y para todos los proyectos de nuestra será el mejor aliado. ¡Suerte!

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